El discurso de Gálvez resonó en las redes sociales, especialmente en su perfil de Twitter, @XochitlGalvez. Datos de Keyhole revelan que el domingo 14 de enero, día del evento, su cuenta experimentó un pico en impresiones, engagement, likes y retweets. Estos números no son casuales; reflejan una estrategia de marketing político planificada y ejecutada.
La actividad de Gálvez en Twitter durante su precampaña sumó un promedio de 11 a 12 tuits por día. Sin embargo, el 14 de enero, esta actividad se intensificó notablemente con la publicación de 121 tuits.
Estas publicaciones generaron 90 mil 117 retweets, 262 mil 526 likes y 364 mil 622 engagements en total. Los tweets relacionados con su discurso de cierre de campaña alcanzaron en promedio 2 mil 170 likes y 745 retweets por publicación. La suma total de impresiones en ese día ascendió a 3 millones 703 mil 433.
Gálvez enlistó temas que han sido motivo de crítica hacia el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), tocando puntos sensibles y urgentes de la sociedad mexicana.
La precandidata dedicó palabras a las víctimas de la delincuencia, a las familias de los desaparecidos, a los padres de niños enfermos sin acceso a medicinas, a la clase media, a las mujeres víctimas de violencia, y recordó a los médicos y pacientes que perdieron la vida durante la pandemia de COVID-19. Incluso, se refirió a los soldados y policías que enfrentan a la delincuencia, mostrando una postura empática y firme frente a los retos de seguridad del país.
Además, Gálvez mencionó en tres ocasiones a Claudia Sheinbaum; en un par de ellas utilizól verbo “claudicar” para marcar una clara distinción en su enfoque y visión de liderazgo.
“Se los he dicho, y aquí se los repito, las opciones solo son dos: claudicar o luchar. Claudia es claudicar. Claudicar significa rendirse, doblarse, agacharse, obedecer, conformarse. Y México no puede claudicar”.
La estrategia de marketing político de Xóchitl Gálvez, al elegir una palabra con connotaciones negativas y asociarla constantemente con Sheinbaum, no solo busca definir a su rival en términos desfavorables, sino también establecer una narrativa clara y memorable para el electorado.
Este tipo de estrategia busca implantar en la mente de los votantes una asociación directa y simplificada entre el oponente y una cualidad negativa, en este caso, la idea de rendición o debilidad. Al repetir este mensaje, Gálvez refuerza la percepción de Sheinbaum como una figura incapaz de enfrentar los desafíos que requiere el liderazgo, contrastándola con su propia imagen de resiliencia y lucha.
En otro momento de su discurso, Xóchitl Gálvez sugirió que Claudia Sheibaum necesitaría permiso del presidente López Obrador para asistir a los debates, con lo que posiciona a su oponente como dependiente y carente de autonomía.
Esta táctica busca desacreditar la capacidad de liderazgo independiente de Sheinbaum, insinuando que su desempeño y decisiones están fuertemente influenciadas o controladas por Andrés Manuel López Obrador.
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Si Movimiento Ciudadano con Samuel García y Jorge Álvarez Maynez van por por los jóvenes que “no saben por quién van a votar”, Xóchitl Gálvez lanzó un guiño a la clase media.
Durante su discurso, la exdelegada de la Miguel Hidalgo mencionó cuatro veces el término, para referirse a la importancia de este sector social que en varias ocasiones ha sido criticado por el presidente Andrés Manuel López Obrador .
La estrategia de marketing político de Xóchitl Gálvez al enfocarse en la defensa de la clase media, en contraposición a las críticas y denostaciones de esta por parte del presidente López Obrador, es una táctica efectiva para conectar emocional y éticamente con un amplio segmento del electorado.
Al posicionarse como defensora de la clase media, Gálvez no solo busca captar la simpatía y el voto de este grupo socioeconómico, sino también presentarse como una líder que valora y promueve principios universales como el estudio, el trabajo, la perseverancia y el esfuerzo. Con estrategia, Xóchitl resalta un contraste directo con la retórica del presidente actual, al implicar que sus críticas a la clase media equivalen a un ataque a estos valores fundamentales.
Al alinear su campaña con la defensa de la clase media, Gálvez también apela a la aspiración general de igualdad de oportunidades y al “piso parejo” para todos los mexicanos. Esta narrativa no solo resuena con quienes se identifican como clase media, sino también con aquellos que aspiran a mejorar su situación socioeconómica.
Buenas tardes.
¿Cómo están?
Buenas tardes a todas y a todos.
Es un gran día.
Gracias por estar aquí, ciudadanas y ciudadanos libres.
Amigas y amigos de la sociedad civil.
Amigas y amigos del PAN.
Amigas y amigos del del PRI.
Amigas y amigos del PRD.
A ti, que te la estás rifando con fuerza y corazón en todo México, porque sabes que tu familia merece más.
Hoy les pregunto:
¿Están listos para la lucha más importante de nuestra vida?
Coro: ¡Sí!
Xóchitl Gálvez Ruiz: ¿Están listos para luchar por lo que más quieren?
Coro: ¡Sí!
Xóchitl Gálvez Ruiz: Yo estoy lista.
Que se oiga bien.
Que se oiga fuerte.
Que se oiga en todo el país.
¿Están listos?
Coro: ¡Sí!
Xóchitl Gálvez Ruiz: ¿Están listos?
Coro: ¡Sí!
Xóchitl Gálvez Ruiz: Estamos listos, claro que estamos listos.
(Porras)
Claro que sí, claro que lo vamos a lograr.
(Porras)
He recorrido nuestro querido México una vez más.
Y me he encontrado una crisis profunda y dolorosa.
Una crisis que está destruyendo el alma de México.
Con este gobierno, con este Presidente, México está perdiendo tres valores fundamentales.
El valor de la vida.
El valor de la verdad.
Y el valor de la libertad.
Y les voy a decir por qué:
Se pierde el valor de la vida, cuando el gobierno es absolutamente insensible.
Cuando no se conmueve ante la muerte de sus propios ciudadanos.
Cuando la autoridad, abraza a los criminales y culpa a las víctimas.
Cuando se pretende borrar de un plumazo a los desaparecidos y el presidente se ríe a carcajadas ante las masacres.
Cuando el gobierno abandona a las policías a su suerte.
Cuando se usa a nuestros soldados y marinos para satisfacer los caprichos del presidente, dejando al pueblo a merced de los delincuentes.
Y no sólo eso, se pierde el valor de la vida cuando al gobierno le da lo mismo que, en un hospital público, un elevador mate a una niña inocente.
Cuando al gobierno le da lo mismo que se mueran a diario niños enfermos por falta de medicinas.
Se pierde el valor de la vida, cuando le da lo mismo que la gente muera en el Metro, por culpa de una gobernante incompetente.
Cuando le da lo mismo las muertes de 800 mil personas en la pandemia de Covid.
Que nunca se nos olvide: México fue el país con más médicos y más enfermeras muertas durante la pandemia.
Y quiero que me escuchen bien, porque esto que voy a decir es muy grave.
Este gobierno ya es responsable de la muerte de más de un millón de mexicanos, más de un millón de muertos, 800 mil por la pandemia, 175 mil por la violencia y el crimen y, desafortunadamente, los que faltan.
Y otros 200 mil muertos por la destrucción del sistema de salud y el desabasto de medicamentos.
Sepan que entre 2020, 21 y 22 han muerto más de 200 mil personas por falta de medicamentos para la diabetes y para la hipertensión arterial.
Más de un millón de vidas perdidas en sólo cinco años.
Hoy, México está peor que cualquier país en estado de guerra.
¡Carajo! Con un millón de muertos, ¿cómo pueden ofrecer continuidad?
Continuidad es impunidad.
Continuidad es mediocridad.
Continuidad es inseguridad.
Continuidad es falsedad.
(Porras)
¿Ustedes creen que exagero?
Hay quienes quieren cerrar los ojos.
Hay quienes quieren negar la realidad.
Hay quienes prefieren las mentiras de “los otros datos”.
Y eso es así, porque también se está perdiendo el valor de la verdad.
Se pierde la verdad, cuando a mucha gente no le importa que el gobierno nos mienta a diario.
Cuando se dicen mentiras, como “primero los pobres”, cuando en realidad son “primero los López”.
Se pierde la verdad, cuando se permite que el jefe de Estado calumnie a personas de bien: mujeres, activistas, académicos, ambientalistas, científicos, empresarios, deportistas, feministas, comunidad LGBTIQ+, jóvenes, médicos, jueces, periodistas, artistas, víctimas.
Todos ustedes han sido ofendidos y calumniados, insultados, ninguneados.
¡Ya basta! ¡Ya basta!
Ningún presidente que diga amar a México puede despreciar tanto a sus propios compatriotas.
Ningún presidente que diga amar a México puede atacar con tanto odio a la clase media, a la que le ha dicho de todo.
No puede atacar así a quienes trabajan duro, a quienes estudian, a quienes educan, a quienes emprenden.
No puede atacar así a quienes sueñan con un mejor futuro, a quienes quieren salir adelante y sacar adelante a nuestro país, a quienes quieren dar una vida mejor a sus familias.
No sólo eso, con este gobierno se está perdiendo el valor de la libertad.
Se pierde la libertad cuando el gobierno amenaza a las empresas.
Cuando pretende quedarse con los ahorros, Afores y pensiones de los mexicanos.
Ya avisaron, van por las pensiones, van por los ahorros.
No lo permitamos. Luchemos.
Además, se pierde la libertad cuando no puedes salir de noche.
Se pierde la libertad cuando no puedes circular tranquilamente en las carreteras.
Se pierde la libertad cuando vives con miedo.
También, se pierde la libertad cuando se deja que un gobierno amenace a la democracia por su maldita ambición de poder.
Cuando pretende destruir y someter a las instituciones.
Hablo del Instituto Nacional Electoral.
Hablo de todas las instituciones de justicia; instituciones, que defendimos y defenderemos. Como cuando la marea rosa encendió el Zócalo al grito de: “el INE no se toca”, “el INE no se toca”, “el INE no se toca”.
Quiero desde aquí decirle a las autoridades electorales y al pueblo de México:
No puede haber voto libre con gobernantes que atacan, acosan e intimidan a la oposición.
Exijo al INE y al Tribunal Electoral que saquen al presidente y a los gobernadores de Morena de estas elecciones.
México quiere elecciones justas y libres.
Que se oiga claro:
¡El voto no se toca! ¡El voto no se toca! ¡El voto no se toca!
Esta es la crisis que enfrentamos.
Por eso estamos aquí.
Porque a nosotros sí nos importa la vida de la gente.
Porque a nosotros sí nos importa la verdad.
Porque a nosotros sí nos importa la libertad.
Vida, verdad y libertad, eso es lo que está en juego este año.
¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!
Por eso, ésta no sólo es una elección más, ésta es la elección más importante de nuestras vidas, es la elección en la que se definen los próximos 30 años.
Tenemos que ganar.
A fines de este año, con la renovación en la Suprema Corte de Justicia, se pone en riesgo la división de Poderes y el último contrapeso de la democracia mexicana.
En estos comicios no sólo se define un cambio, se define también la sobrevivencia del régimen democrático.
Tenemos que luchar, no sólo para ganar una elección, no sólo para ganar la Presidencia y el Congreso.
Tenemos que luchar para traer vida, donde hoy se pasea la muerte.
Tenemos que luchar para traer verdad a donde hoy reina la mentira.
Tenemos que luchar para defender la libertad, ahí donde hoy gobierna el miedo.
Vida, verdad y libertad.
Todos debemos tenerlo muy claro.
Tenemos que dar la lucha por el alma de nuestro país.
Tenemos que dar la lucha para que las madres buscadoras encuentren el consuelo.
Tenemos que dar la lucha por los padres de los niños enfermos que agonizan por la falta de medicinas.
Tenemos que dar la lucha por los jóvenes. Los están matando, tenemos que cuidarlos, apoyarlos, protegerles y darles oportunidades a nuestros jóvenes. Cuidemos a nuestros jóvenes.
Tenemos que dar la lucha por los comerciantes, que lloran con desesperación y rabia por pagar el maldito derecho de piso.
Tenemos que dar la lucha por nuestros campesinos, que además de sufrir la delincuencia, pierden sus cosechas por la sequía, sin que nadie les eche la mano. Y vaya que la sequía es un tema que nos va a dar muchos dolores de cabeza, porque hemos ignorado el tema del cambio climático.
Tenemos que dar la lucha por los migrantes, que lo único que buscan es vivir mejor.
Tenemos que dar la lucha por todas las mujeres que son violentadas y asesinadas a diario. Ningún violentador al poder, ni una más, ni una menos.
Y tengo que decir algo: No basta con abrir los ojos, no basta con abrir los ojos a la realidad de todo lo que ha destruido y dañado este gobierno; no basta con salir a gritar que las cosas están mal, tenemos que ofrecer futuro, tenemos que ofrecer esperanza.
Durante mi precampaña he dicho que quiero ver un México donde los pobres dejen de ser pobres, un México donde la clase media sea más fuerte.
No sólo me refiero a mejorar niveles económicos de las personas. Sí, eso es muy importante y lo vamos a lograr, claro que sí, porque sé cómo hacerlo.
Y también vamos a crear el Sistema Nacional de Cuidados, necesitamos apoyar a las mujeres para que se integren a la vida laboral. Necesitamos apoyarlas con estancias infantiles, escuelas de tiempo completo, apoyo a niños con discapacidad y, sobre todo, el cuidado de nuestros adultos mayores.
México sin las mujeres no lo va a lograr, necesitamos a las mujeres para construir este gran país.
Lo vamos a hacer porque México se merece más, tú te mereces más, tu familia se merece más, todos merecemos más, todos merecemos más.
Métanselo en la cabeza, no se conformen con tan poco, no se conformen con un gobierno mediocre.
Defender a la clase media es también defender los valores que han marcado mi vida; valores como el estudio, el trabajo, la honestidad, la perseverancia y el esfuerzo; valores como el derecho de todas y todos los mexicanos para tener un piso parejo, para llegar a donde quieran llegar.
Que nunca nadie les diga que no se puede, claro que se puede.
Valores como la igualdad de todas las personas en dignidad y en derecho, y la urgencia de acabar con la maldita discriminación y desigualdad.
Y créanme: Como la primera mujer de origen indígena en la Presidencia gobernaré con las mujeres, gobernaré con los pueblos indígenas y afromexicanos, gobernaré con todas y todos.
Yo quiero un país que recupere la seguridad y la justicia para todos.
Y déjenme compartirles algo, por aquí anda mi hijo Juan Pablo y Diana, ahí andan.
Varias veces me han preguntado si no me da miedo enfrentar a la delincuencia. Y saben qué les he dicho: Que me da más miedo dejarles a ellos un país bañado en sangre.
Va por mis hijos, va por sus hijos.
Por eso, créanme: Voy a cuidar a todos los niños, a todos los jóvenes, como si fueran mis hijos.
Por eso estamos aquí, por el presente, por el futuro, por nuestros hijos, por nuestras familias, para que los mexicanos podamos vivir con paz y tranquilidad, para que este país esté entre las 10 economías más fuertes del mundo. Claro que lo podemos lograr.
Es urgente que aprovechemos el nearshoring, está ahí, está enfrente de nosotros, con ello podemos generar mucho mejores empleos con mejores salarios para los mexicanos, para que nadie muera por medicina o atención médica, para que ningún joven deje de estudiar por falta de una beca, para que los campesinos no se sientan abandonados y puedan seguir produciendo.
Tenemos que aprovechar la mejor oportunidad en muchas décadas para atraer inversiones a México.
Tengan la certeza que si las dejamos ahí no van a volver, necesitamos seis cosas, y las podemos hacer, este gobierno no las va a hacer.
La primera: Garantizar el cumplimiento de la ley.
Dos, apostarle a las energías limpias. Ahí están mis amigos de Nuevo León, se están asfixiando por la refinería de Cadereyta. Créanme que cuando llegue vamos a resolver ese problema, porque yo sí soy ambientalista, yo sí le apuesto a las energías limpias.
Necesitamos invertir para enfrentar la crisis del agua. Es brutal, es tremendo lo que nos viene el próximo mes de mayo con la prolongada sequía. O hacemos algo o las consecuencias serán catastróficas.
Necesitamos formar mexicanos que estén bien preparados, no puede seguir retrocediendo la educación en nuestro país; no podemos seguir reprobados en matemáticas, tenemos que apostarle a la educación, que es lo que hace que un país salga adelante.
Necesitamos construir buenas carreteras, buenos puertos, buenos Metros, que no se caigan los Metros.
Estos son muy tarugos, se les cayó el Metro.
Vamos a hacer más Metro en la Ciudad de México, tengan la certeza.
Pero, sobre todo, buenos aeropuertos. Y aquí les digo: Vamos a tener el mejor aeropuerto de América Latina.
Trenes, claro que trenes, un tren a Querétaro, pero no de combustóleo, no de diésel, un tren eléctrico.
Las oportunidades están ahí, el futuro nos espera, dejemos atrás la división, dejemos atrás el odio.
Vamos a construir el futuro con unidad, con amor y con armonía.
Ánimo, ya se van, ya se van.
Amigas, amigos:
Eso es lo que representamos nosotros, eso es lo que queremos para México.
¿Qué nos dicen del otro lado?
Nos hablan de ponerle el segundo piso a la supuesta “transformación histórica”. ¡Por favor! ¡La gente no quiere eso! La gente quiere ponerle el segundo piso a su casa. La gente quiere ganar más, quiere dejar de ser pobre, quiere salir adelante.
Pero Claudia Sheinbaum no entiende eso, porque ella no entiende a México; ella viene del privilegio, yo vengo del esfuerzo; ella siempre ha vivido muy bien del presupuesto, de los sobres amarillos, yo sí sé lo que es no llegar a la quincena, yo sí sé lo que es arriesgar mis ahorros en una empresa, yo sé lo que es crear empleos.
Ella no ha creado un solo empleo en su vida y por eso le vamos a ganar.
Que se oiga claro: Claudia quiere que te conformes y yo estoy convencida que tú mereces más.
Le vamos a ganar, porque ella quiere un país donde los pobres sigan siendo pobres y yo quiero un país de clase media fuerte.
Le vamos a ganar, porque ella dice que México está mejor que nunca y eso vaya que es mentira.
Yo sí vivo en la realidad de los mexicanos, yo sí camino las calles, yo sí escucho a la gente.
Así es que, Señora Sheinbaum: Si le dan permiso, nos vemos en los debates.
La precandidata de Morena dice que México está mejor que nunca. Yo les pregunto a ustedes: ¿Está mejor la seguridad?
Coro: ¡No!
Xóchitl Gálvez Ruiz: ¿Está mejor la salud?
Coro: ¡No!
Xóchitl Gálvez Ruiz: ¿Está mejor la educación?
Coro: ¡No!
Xóchitl Gálvez Ruiz: ¿La gasolina cuesta 10 pesos?
Coro: ¡No!
Xóchitl Gálvez Ruiz: ¿Les alcanza el dinero?
Coro: ¡No!
Xóchitl Gálvez Ruiz: ¿Ustedes creen que México está mejor que nunca?
Coro: ¡No!
Xóchitl Gálvez Ruiz: ¿Ustedes creen que, con un millón de muertos, con el sistema de salud en ruinas, con la educación reprobada y el campo abandonado, México está mejor que nunca?
Coro: ¡No!
Xóchitl Gálvez Ruiz: Qué bueno que ya se van, porque ya se van, se los prometo.
¡Ya se van!
¡Ya se van!
Ya se van por corruptos y por ineptos.
Amigas y amigos:
Se los he dicho, y aquí se los repito, las opciones sólo son dos: claudicar o luchar.
Claudia es claudicar.
Claudicar significa rendirse, doblarse, agacharse, obedecer, conformarse.
Y México no puede claudicar.
México quiere luchar, luchar por la vida, luchar por la verdad, luchar por la libertad.
Así que hoy aquí les pido a todos ustedes una sola cosa, luchemos con valor para enfrentar lo que viene, una elección injusta y dispareja, con todo el poder, con todo el dinero del Estado en nuestra contra.
Ellos tendrán millones, pero nosotros tenemos millones de corazones, tengan la certeza.
Una elección injusta y dispareja, donde algunos medios, algunos, no los que están aquí, ignoran y bloquean nuestra campaña, y ustedes saben bien a qué me refiero.
Y desde aquí les digo algo muy importante a los periodistas, a los medios, a los intelectuales, a los empresarios, a los gremios, a las ONG, a las universidades: “Despierten, despierten, despierten”, está en juego lo que permite que este país tenga viabilidad.
Vida, verdad y libertad es lo que está en juego.
No ayuden a afilar la guillotina que después será usada en su contra.
Despierten y apoyen a un liderazgo que sí respeta y respetará la Constitución y la ley, porque para mí, la ley es la ley.
Finalmente, a ustedes, mexicanas y mexicanos que apoyan esta causa, a ustedes que desde la base de los partidos trabajan en los distritos, en los municipios, en las calles, en las plazas, defendiendo sus convicciones, les digo.
Amigos panistas:
Necesito su mística democrática y su compromiso cívico.
¿Cuento con ustedes?
Coro: ¡Sí!
Xóchitl Gálvez Ruiz: Amigos priistas:
Necesito su experiencia y su conocimiento de este país.
¿Cuento con ustedes?
Coro: ¡Sí!
Xóchitl Gálvez Ruiz: Amigos perredistas:
Necesito su vocación de justicia social y su perseverancia.
¿Cuento con ustedes?
Coro: ¡Sí!
Xóchitl Gálvez Ruiz: Amigos de la sociedad civil:
Necesito su energía, sus ideas, su valor.
¿Cuento con ustedes?
Coro: ¡Sí!
Xóchitl Gálvez Ruiz: Luchemos con valor, formemos una campaña unida y poderosa, salgamos a enfrentar al peor gobierno en la historia de México.
Y desde aquí le decimos al Presidente López Obrador: sí, sabemos que es poderoso; sí, sabemos que no tiene escrúpulos; sí, sabemos que está dispuesto a todo.
¿Pero sabe qué, señor Presidente?
No le tengo miedo, Xóchitl no le tiene miedo, porque todos no le tenemos miedo.
¿Y saben por qué?
Porque no hay Presidente que sea más grande ni más fuerte que el pueblo de México, porque no hay trampa que le vaya a alcanzar para doblar la voluntad de los ciudadanos.
Y escuche bien: Los mexicanos quieren vivir en paz, quieren vivir sin miedo.
Los mexicanos quieren médico y medicinas, los mexicanos quieren que sus hijos aprendan inglés y programación, los mexicanos quieren buena educación para abrirse paso en la vida, los mexicanos quieren esperanza y la esperanza ya es nuestra, porque la esperanza ya cambió de manos.
Por eso, vamos adelante, vamos con valor, vamos por la vida, vamos por la verdad, vamos por la libertad.
¡Vamos a ganar!
¡Vamos a ganar!
¡Vamos a ganar!
Se los garantizo: ¡Vamos a ganar!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!
Que suba el futuro de México, que suba conmigo el futuro de México.
¡Vamos a ganar!
Tengan la certeza que vamos a ganar.
